El exitoso rompecabezas del dominó empezó a tomar forma con la derrota (0-2) de Cristal a manos de Unión Comercio, que se completó con el "triunfazo" de los rojinegros sobre Cesar Vallejo al que derrotaron 3-2 en Trujillo.
Fue un compromiso que se sintetiza en una frase: "Melgar no te pega mucho, pero cuando lo hace, lo hace bien". Pese a que los norteños tuvieron la posesión de la pelota, el equipo mistiano anotó los goles en los momentos exactos.
El primero vino a través de un Jean Pierre Barrientos, que cumplió con creces la función de un Alexis Arias que estuvo en el banco de los suplentes.
El uruguayo pisó constantemente el área rival. Producto de ello marcó el 1-0 tras un pase largo de Werner Schuler y habilitación de Alexander Sanchez.
Pese al incesante ataque de los "poetas", el orden y la solidez defensiva hizo que el dominó finalice el primer tiempo con el score a favor. Premio a la eficacia, sería el adjetivo mas adecuado.
En el complemento Vallejo logró la igualdad a los 10' a través de un zapatazo de Ronald Quinteros que venció a un golero Luis Llontop al que aún le falta ritmo de competencia.
El cotejo era interesante en función de la propuesta de ambos equipos. A los 67' llegó el segundo arequipeño.
Nilson Loyola, a quien su paso por la Selección le ha sumado madurez, peleó un balón por la izquierda y dejó a Barrientos solo frente al arquero Eder Hermoza que impotente vio como la pelota se metía por entre sus piernas.
Era un partido de esos donde hay de todo, desde la distracción del cuarto árbitro al momento de realizar el cambio de Vallejo, hasta el autogol de un Edgar Villamarín que por esas acciones desafortunadas le otorgaba el empate a los trujillanos.
El 2-2 no era mal negocio, pero sabía a poco a un Melgar que tiene ese chip de ambición para lograr cosas grandes. La historia premiaría ese pensamiento ganador.
En el epílogo, un Loyola herido en la cabeza a raíz de un choque con Hermoza, volvería a imponer condiciones por la izquierda para la llegada de Bernardo Cuesta, que con mucha categoría materializaba un resultado que vale oro.
No hubo tiempo para más. Melgar le pisa los talones a Universitario y Cristal y sobre todo mete miedo porque tiene los argumentos de sobra para volver hacer realidad el bicampeonato.
