La navegación sin duda fue importante para el desarrollo de la humanidad. En la ciudad de Liverpool, Inglaterra, en 1845, fue fundada una de las grandes empresas navieras de la historia, "White Star Line". El objetivo de sus fundadores John Pilkington y Henry Threlfall Wilson era convertirse en la compañía líder del comercio de entonces entre Gran Bretaña y Australia, y lo lograron.
Uno de los símbolos de esta gran empresa era una bandera roja con una estrella blanca en el centro. White Star Line llegó a ser una potencia en la navegación y llegó a tener barcos como el Britannic, el Germanic, y el Majestic, que fueron denominados la «Banda Azul”, galardón que se otorgaba a los barcos más rápidos en realizar la travesía del Atlántico.
Pero sin duda las más famosas naves del White Star Line fueron: El Britannic, que fue requisado en la Primera Guerra Mundial y solo funcionó como transporte de tropas y buque hospital hasta su hundimiento en 1916; y el Titanic, que se hundió en la noche del 14 al 15 de abril de 1912 durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York y donde murieron 1514 personas de las 2223 que iban a bordo.
En los primeros años de 1917, el fútbol se había convertido en el deporte preferido de los niños y jóvenes. El valor y honor de un barrio se medía en el terreno de juego y muchas veces ese deseo por saber quiénes eran los mejores se resolvía con un match que se desarrollaba en el Canchón de Santa Marta.
Los inquietos jóvenes del barrio de 7 Esquinas, de las calles Sucre y Cruz Verde, del callejón Corzo y de La Ronda, deseaban tener un club que fuera la expresión futbolística de toda esta zona de Arequipa de los últimos años de la primera década del siglo XX.
Fueron los hermanos José y Miguel Palomino quienes lanzaron la idea de crear un club, a todos les pareció formidable y junto a los también hermanos Alejandro y Manuel Wendorff comenzaron a trabajar para hacer realidad este sueño. A la causa se sumaron los hermanos Lazo, Jorge Valdivia y Francisco Flores.
Fue Francisco Flores quien tras consultar con sus progenitores ofreció un rinconcito de su casa, en la calle La Ronda 509, para las reuniones, donde se acordaría buscar cómo financiar los gastos de los uniformes y lo más importante, la compra de la pelota, para estos mozos lo importante era jugar.
Tras estas reuniones formaron el equipo, compraron la pelota, acordaron entrenar y después desafiar a los otros barrios y así fue. Comenzaron los triunfos, uno de los más festejados fue contra la “patota” de La Pampilla (Sportivo Huracán aún no existía).
Todos estos logros y entusiasmo de los jóvenes agradó al vecino Villavicencio, que con el propósito de ayudar a los muchachos ofreció un ambiente de su casa, en la calle Sucre 436, para que sea el primer local social. Fue en ese lugar donde se decidió quién sería el primer presidente y, sobre todo, cual sería el nombre de ese nuevo club.
En la persona de Manuel Valdivia Santoyana recayó el cargo de presidente y como secretario se proclamó al distinguido señor Juan Landázuri. Por aquel entonces casi todas las palabras o términos de ese nuevo deporte que es el fútbol eran en inglés, entonces el acuerdo era que el nombre tenía que ser en ese idioma.
Cuentan que a muchos de los jóvenes de aquel entonces les apasionaba las historias de ultramar, de los grandes barcos. Entonces Landázuri propuso poner el nombre de esa gran empresa naviera, con un agregado que lo que formaban era una sociedad, en consecuencia, era una asociación y así acordaron poner el nombre de Association White Star, y el color de la camiseta azul marino, como el grupo famoso de barcos “Banda Azul”, con ribetes y cuello blanco, además del short del mismo color y una gorra tipo cristina de color azul.
El último acuerdo fue que la fecha de oficial de la fundación del nuevo club sería el 15 de agosto de 1917, el día de la tierra, el día del suelo que vio nacer a esos jóvenes, en el cumpleaños de Arequipa.