En el estadio Centenario de Montevideo, San Lorenzo comenzó la defensa de la Copa Libertadores con el pie derecho, aunque jugó muy mal. Dio vuelta el partido sobre la hora por 2-1 a Danubio por el Grupo 2, que también integran Sao Paulo y Corinthians.
El primer tiempo arrancó muy igualado, con los dos equipos buscando ser protagonistas y desequilibrar en el área rival. Era de ida y vuelta, pero el más peligroso de ambos en esos primeros minutos fue el conjunto uruguayo, que tuvo una clara chance de tiro libre tras un remate de Sosa que con lo justo Torrico logró sacar al córner. Hasta que a los 10 minutos Matías Castro recibió muy presionado por Caruzzo en el sector derecho del área, pero maniobró bien, giró y definió al primer palo de Torrico para poner el 1-0.
A partir de allí la tónica cambio, Danubio se paró de contra y San Lorenzo apretó aún más, pero lo hizo con mucho apuro e imprecisiones , por lo que cada avance terminaba con un remate muy lejano o quedándose en las puertas del área. El nerviosismo hizo que se empezara a jugar más duro y las amarillas empezaron a aparecer para ambos equipos.
Cuando el árbitro pitó el final del primer tiempo, Edgardo Bauza se debió de ir muy preocupado por la floja actuación de los suyos, mientras que Leonardo Ramos se fue un poco más relajado a pesar de que los suyos pudieron haber aprovechado alguna contra para estirar las diferencias.
Los primeros minutos del segundo tiempo fueron un suplicio para el Ciclón que no podía aguantar el ritmo del local que lo presionó alto, le manejó la pelota y exigió a Torrico en un par de ocasiones. Eran puros arranques individuales de los de Bauza que para colmo no lograban ganar los manos a manos y perdían muy rápido la pelota.
Los minutos pasan y el arquero local seguía sin pasar sobresaltos , San Lorenzo intentó poner más gente en ataque con los ingresos de Cauteruccio y Barrientos, pero no lograban conectarse entre sí. Por contrapartida, Danubio se sintió cada vez más cómodo y empezó a hacer que el partido se vuelva lento y sin demasiada acción en las áreas. Pero esa pérdida de ambición en el local hizo que el conjunto argentino con poco tuviese alguna chance a su favor. La más clara la tuvo Franco Mussis a los 77 con un derechazo cruzado desde fuera del área que Franco Torgnacioli llegó a mandar al córner con lo justo.
Hasta que a los 85 llegó lo que parecía imposible . Tras varios rebotes, Mauro Matos sacó a relucir su instinto de goleador , capturó la pelota en el área y entre muchas piernas sacó el derechazo para igualar las acciones. Y como si de una película se tratase, dos minutos más tarde Mauro Cetto metió un frentazo imposible tras un córner y puso el 2-1 final.
Partido para el olvido de San Lorenzo, que se lleva del estadio Centenario un premio mucho más grande del merecido y arranca con el pie derecho la defensa del título en el Grupo 2. Danubio jugó 75 minutos muy buenos, pero el cansancio le pasó factura y lo dejó con las manos vacías.