Con amor por la camiseta, un respeto por la pelota y dos buenos goles el América de Cali logró su primer triunfo en el Torneo Águila 2015 por 2 – 0 sobre el Bogotá FC, anotaciones de Ayron del Valle y Jeison Lucumí.
Coloquialmente les dicen “goles de camerino” a esas anotaciones tempraneras que se dan en los primeros minutos del primero o segundo tiempo. Y por ese camino se introdujo América, una vía rápida y efectiva, para ganar sus primeros tres puntos en el Torneo Águila.
Los goles fueron conseguidos por Ayron del Valle, a los seis minutos del primer tiempo, y luego el recién llegado de la Selección Colombia sub-20, Jeison Lucumí. Anotaciones que refrendaron un ben partido ‘Escarlata’, que esta vez lució su uniforme blanco, ante un rival que por momentos llegó a inquietar sin causar grietas profundas que significaran un peligro enorme en la obtención de un valioso botín.
Era clave ganar en la primera fecha por muchos factores: debutó el técnico Fernando Velasco, la carga de confianza que invade al equipo, despejar ese aire enrarecido por el pesimismo que quedó empozado tras el cuadrangular de ascenso. Decirle al hincha que América está vivo y lo dará todo por subir este año a la Primera División.
Los goles fueron así: el primero mediante un remate de cabeza por parte de Ayron del Valle. Arnold Palacios le puso un buen centro y el delantero comenzó a pagar las deudas que dejó en los cuadrangulares de enero, los cuales jugó muy mal.
Comenzaba el segundo tiempo cuando apareció la jugada que derivó en el 2 -0. Cabe decir que el autor intelectual fue Brayan Urueña. Recibió un pase al vació, corrió desprevenido hasta el último cuarto de cancha, donde envió un pase atrás. Lucumí solamente envió la pelota al fondo de la red, consiguiendo así el octavo gol de su carrera deportiva con la camiseta roja.
Vinieron minutos de zozobra, en los que América permitió una leve reacción del Bogotá, cuya acción de gol más clara para reducir la desventaja se produjo en un cabezazo de Cristian Dájome. Luego el técnico Velasco metió mano en el plantel, procurando que esa diferencia se mantuviera hasta el final. El cambio más significativo fue el de Néider Morantes, el talentoso centrocampista que llegó como refuerzo, hizo su aparición sustituyendo a Brayan Urueña. De entrada, se notó toda su categoría. A él no le pidan que corra, lo suyo es poner a correr a los demás con esos pases al vacío tan perfectos como ideales para disfrutar. Sin duda será de gran ayuda en esta campaña.
Sin ser la versión definitiva, este América mostró pinceladas de ser un cuadro alegre con el balón, de los que buscarán el resultado en cualquier cancha y que siempre apela a jugar a ras de piso. Los últimos minutos contra el Bogotá lo ratifican: siempre quiso defenderse basado en la posesión del balón, manteniéndolo en zonas de poco compromiso.
